A pesar de ser suelos de drenaje alto a medio, nos encontramos frente a suelos de gran retención de agua, por lo que debemos realizar pocos riegos durante la época estival. El objetivo es comenzar la primavera con todo el perfil de suelo con muy buena humedad, hasta los 2 metros de profundidad. Esto nos permite que la planta comience su brotación en forma óptima. Debemos ser muy cautos en los riegos posteriores a la brotación, ya que la capacidad del suelo para retener la humedad es muy alta y eficiente, y esto sumado a pequeñas lluvias en esta época, nos pueden traer aparejado excesos de vigor. En un año normal se realizan solamente dos o tres riegos en la temporada desde brotación a cosecha. Debido a esto, el sistema radicular explora hasta los 2 metros de profundidad. Un sistema radicular de gran exploración y vigor da como resultado un muy buen almacenamiento de nutrientes para lograr una excelente frotación, homogeneidad de plantas, floración y cuaje; llegando a una cosecha pareja, a tiempo y homogénea. A nivel fruta y vino, encontramos gran complejidad, intensidad, muy buena acidez natural y, en especial en el malve de esta finca, una porción aromática floral muy marcada y distintiva.
